Respuestas al COVID-19 inspirada en “los comunes”

Commons-based responses to COVID-19

La edición más reciente de Development, la revista insignia de la Sociedad para el Desarrollo Internacional, explora la pregunta de si la crisis actual por el COVID-19 provee una oportunidad necesaria para la introducción de estrategias de salud que estén explícitamente relacionadas con la construcción de un mundo más justo y sustentable.

Contribuyeron a la conversación siete miembrxs del CERN, mediante un artículo, que se centra en la conexión entre la comida, y la salud y el bienestar de lxs humanxs, y presenta distintos ejemplos de cómo el COVID-19 obligó a dar respuestas novedosas a problemas relacionados con el alimento, la salud y el bienestar humanos como parte de las formas de vivir en común en el planeta.

Los autores dan cuenta cómo el COVID-19 ha ido exacerbando las inequidades e injusticias ya existentes en el actual sistema alimentario y agricultural, pero, debido a el carácter especial de esta edición, se centran específicamente en distintos ejemplos de respuestas innovadoras a la crisis que bien podrían mantenerse para sostener así también la salud y el bienestar colectivos.

En Australia y Nueva Zelanda, una respuesta innovadora a los niveles crecientes de inseguridad alimentaria asociados al aislamiento por la pandemia ha consistido en conectar al alimento directamente con aquellxs que lo necesitan mediante distintos mecanismos de redistribución de comida que, de otra manera, se hubiera echado a perder.

Según comenta el Investigador del Cuidado por la Tierra de Manaaki Whenua, Gradon Diprose, “estos mecanismos se basan en redes formadas por empresas sociales, el apoyo del Estado, y la coordinación algorítmica; los beneficios resultantes de esta redistribución de bienes comunes, surgida en este momento, son muchos y variados— desde la salud física y emocional hasta la reducción de emisiones de carbono innecesarias producidas por el desecho de alimentos.

En Finlandia, la pandemia generó un creciente interés en la agricultura a pequeña escala en áreas tanto rurales como urbanas, y una atención especial en asegurar la autosuficiencia en el largo plazo; estos enfoques aparecen en el informe del Comité por el Futuro que obligó al Parlamento Finlandés a apoyar soluciones locales, y a promover la inclusión y la participación ciudadana post-COVID.

Teppo Eskelinen, uno de los autores de Finlandia, dice: “estos tipos de prioridades, que enfatizan la localización y el compromiso ciudadano en la producción alimentaria, refuerzan la idea de la comida como responsabilidad y derecho comunes, y pueden ayudar a alejarnos de la visión actual de la comida como una commodity.”

Durante la ralentización por el COVID-19 en India, el acceso a la comida se convirtió en una preocupación muy grande para muchxs, y el sector agricultor, controlado por el Estado, se fue abriendo cada vez más a las fuerzas del libre mercado mediante la aprobación de nuevas reformas agrarias.

Sin embargo, la investigadora india Bhavya Chitranshi explica que “ha habido muchos intentos localizados por encontrar otras formas de asegurar la suficiencia alimentaria.”

“Por ejemplo, en el distrito de Rayagada, en la rural Odisha, la comunidad indígena (“adivasi”) Kondh ha estado basándose en sistemas más tradicionales de búsqueda, administración, intercambio y preservación de la comida; y ciertos grupos, como Eka Nari Sanghathan, una comunidad liderada por una organización de mujeres solteras y granjeras de Rayagada, han conectado estas formas más sustentables de agricultura con problemas relacionados con el género, el estado civil, la salud de las mujeres y el bienestar colectivo.”

Los pensamientos de estxs investigadores del CERN muestran que la respuesta de una comunidad al COVID-19 puede darse mediante la suma de actividades económicas variadas, y que éstas pueden ayudar a desarrollar un enfoque comunitario como respuesta a distintas crisis.

Lxs autores del artículo, Stephen Healy, Bhavya Chitranshi, Gradon Diprose, Teppo Eskelinen, Anisah Madden, Inka Santala y Miriam Williams, provienen de distintas instituciones de Australia, Aotearoa Nueva Zelanda y Finlandia. Este artículo tuvo su génesis en distintos debates en las reuniones mensuales del CERN-Sydney, y fue escrito por un grupo más amplio de miembros del CERN, provenientes de otros lugares del mundo.

 

Foto por Ben Ashby en Unsplash

Artículo escrito por Jenny Cameron

Traducido por Matías Burin Heras, Instituto para la Inclusión Social y Desarrollo Humano, Argentina